La utilización de los áridos reciclados es cada vez más habitual en el sector de la construcción. Su uso dependerá de su naturaleza y composición mayoritaria: en explanaciones se suelen usar los áridos procedentes de residuos cerámicos, asfálticos, de hormigón o mezcla de ellos, mientras que en aplicaciones más restrictivas como en la fabricación de hormigón, se suelen usar los áridos reciclados de hormigón, y en ocasiones, su mezcla con material cerámico. Cada una de estas aplicaciones obliga a fijar distintos niveles de exigencias en las propiedades del árido reciclado.
Obras de tierra y terraplenes
En España, las especificaciones técnicas para el uso de materiales como terraplenes y rellenos se recogen en los artículos 330 y 332 del Pliego de Prescripciones Técnicas Generales para Obras de Carreteras y Puentes (PG-3). Concretamente en el apartado 3.2. del artículo 330 (Terraplenes) se indica que “además de los suelos naturales, se podrán utilizar en terraplenes los productos procedentes de procesos industriales o de manipulación humana, siempre que cumplan con las especificaciones de este artículo y que sus características físico-químicas garanticen la estabilidad
presente y futura del conjunto”.
Debido a la homogeneidad de los áridos reciclados de hormigón, y la ausencia de armaduras y otros contaminantes, pueden sustituir sin problema a los áridos naturales, a pesar de desaprovechar las posibilidades de uso de estos materiales. Es por ello que se suelen usar otros áridos reciclados de peor calidad para este tipo de aplicaciones (CEDEX, 2010).
Por su parte, los residuos de mampostería con fracción granulométrica 0/20 mm pueden usarse en obras de tierra y terraplenes con las adecuadas condiciones de homogeneidad y limpieza, eliminando el yeso para evitar reacciones expansivas.Estos últimos materiales presentan una mayor absorción, por lo que se recomienda una humentación previa a su puesta en obra (Pozo y Pérez, 2007).
No hay comentarios:
Publicar un comentario